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El hijo primogénito del Rey Alfonso XIII renuncia al trono por casarse con una cubana… y después con otra más..

Alfonso de Borbón y Battenberg Príncipe de Asturias y Conde de Covadonga, nacido en 1907. Hijo primogénito del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia.

Enfermo de hemofilia, siempre demostró una posición desinteresada hacia todo lo que le rodeaba, escaso interés por la política y los asuntos de Estado. Alfonso no mostraba intención alguna de contraer matrimonio. Incluso había rechazado, a sabiendas de que como heredero a la corona de España tenía que casarse para perpetuar la dinastía, a la princesa, Ileana, hija de la reina María de Rumanía.

Fue entonces, cuando el Príncipe de Asturias se retiró al palacete de la Quinta, en los montes del Pardo. Un maravilloso lugar con jardines del siglo XVIII inspirados en la corte de Luis XIV y en el palacio de Versalles…

El encuentro con Edelmira Sampedro.

En 1931, con la caída de la Monarquía, la Familia real española parte hacia el exilio. Los Reyes deciden separarse, comienzan los problemas de dinero y la salud del príncipe Alfonso va a mucho peor. Se le ingresa, entonces, en una clínica de Lausana, Suiza, y es allí, justo cuando menos se lo espera, cuando conoce a Edelmira Sampedro. La hija de un hacendado cubano, nacida en Sagua la Grande (1906) con porte aristócrata y el pelo y los ojos de color azabache.

El Rey Alfonso XIII se enteró por la prensa de la relación de su hijo con la joven cubana y se opuso frontalmente a un matrimonio tan desigual. El verano de 1933, en Lausana, el Príncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón y Battemberg, convencido de que nada se podía hacer para arreglar la situación, renunció oficialmente a sus derechos a la corona de España, así como al de sus sucesores. Todo por amor..

Días después, el conde de Covadonga –ya no era Príncipe de Asturias- contrajo matrimonio con Edelmira en una sencilla ceremonia. A la boda, celebrada en Lausana, asistieron solamente la reina Victoria Eugenia y las infantas Beatriz y Cristina.

Dos años después, y tras una larguísima luna de miel, de vino y rosas, la “Puchunga” -así era conocida entre la Familia real- decidió poner tierra entre los dos y regresar a Cuba. Don Alfonso de Borbón, que permaneció sólo en París por un tiempo, terminó desesperado y se embarcó rumbo a América con la intención de recuperar a su mujer. Se rehizo el matrimonio y se impusieron los buenos tiempos hasta que con el estallido de la Guerra Civil española, el príncipe Alfonso cayó gravemente enfermo. Entonces, Edelmira que ya no estaba dispuesta a seguir soñando con que un día sería de verdad princesa, le abandonó para siempre.

La segunda, otra cubana modelo.

Dos meses después de su divorcio, el conde de Covadonga volvió a contraer matrimonio. En esta segunda ocasión, también, con una hermosísima cubana, Marta Esther Rocafort Altuzarra, de La Habana (1913) hija de un dentista y modelo reconocida de alta costura en Nueva York. Una mujer de impresionante belleza, muy parecida a la primera, a la que conoció en una fiesta en Manhattan.

Don Alfonso murió solo, el 6 de septiembre de 1938, durante una noche en la que conduciendo su coche por las calles de Miami, se estrelló contra un poste de teléfono. A su entierro no fue apenas nadie. Y la única persona le envió flores fue su madre, la Reina Victoria Eugenia. Sus restos, gracias a un gesto de su sobrino, el rey Juan Carlos de España, reposan desde 1985 en el Escorial. En cuanto a sus esposas, Edelmira siguió usando el título de condesa de Covadonga con discreción el resto de su vida; y Marta Esther Rocafort, contrajo nupcias nuevamente con un americano multimillonario llamado Thomas E. H. «Tommy» Atkins..

Por tanto, la primera princesa de Asturias debió ser cubana. La actual tampoco es de la nobleza, ni mucho menos… Lo más significativo es que el actual Rey de España llega al trono gracias a que su tío renunció a la corona por amor…

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