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Publicado por Derubín Jácome
Las dos publicaciones anteriores han sido sobre los hospitales conocidos por el nombre de este santo tan venerado por los cubanos. Hoy es su día, 17 de diciembre, y también le recordamos. La devoción por San Lázaro en Cuba ocupa el segundo lugar después de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba.
Todos conocemos que en la víspera del día de San Lázaro, 17 de diciembre, miles de cubanos acuden a su Santuario para venerarle. Algunos, católicos, lo hacen a San Lázaro Obispo, pero la mayoría, de la religión yoruba, adoran a Babalú Ayé. Su templo, como sabemos, se encuentra en el pueblo de Rincón, en Santiago de las Vegas.
La procesión comienza sobre las 5:00 de la tarde, el flujo de peregrinos hacia el santuario es constante. La caminata, de cinco kilómetros, es desde el pueblo de Santiago de las Vegas hasta el Santuario. Muchos la cumplen vestidos con tejidos de yute o ropa de color morado. Decenas de fieles se martirizan durante el camino y entran al templo extenuados, agotados, arrastrándose, de rodillas, rodando o dando volteretas. Incluso hay quienes arrastran un bloque de cemento, otros llevan rocas, grilletes o un tramo de raíl de tren. Se cumplen promesas, se le piden milagros y la fe puede con todo.
Su imagen es emplazada fuera de la iglesia y delante se coloca una sábana blanca que sirve para recoger las ofrendas de sus devotos. Muy cerca se encuentra una fuente que emana un constante chorro de agua, bendecida por la deidad, con la que todos se santiguan. También es recogida y llevada por los creyentes. En la noche se celebra la santa misa en el parqueo de la iglesia, como es costumbre, y en esa misma Iglesia a las 8 de la noche se inicia la santa procesión por las calles de la ciudad.
Cada año la peregrinación supera los 15.000 creyentes, por lo que es necesario el cierre oficial al tráfico automotor de las carreteras de acceso al Rincón. También las rutas de guaguas locales se refuerzan para evacuar a los pasajeros y aún con los intentos de organización, son inevitables los problemas con la circulación de los carros.
Visitada por el Papa Juan Pablo II en su histórico viaje en enero de 1998, esta pequeña ermita es, junto a un leprosario, el principal lugar de devoción a esta deidad de creación popular, en una peregrinación en la que las plegarias se mezclan con el reggaeton, el pan con lechón, el ron y los habanos. Y es que el sincretismo religioso, la mezcla de lo católico con lo africano en las raíces de la cubanía, están presentes en ofrendas y otras ceremonias de este día por toda la isla .
Como ya les comenté, en 1781, al construirse el Real Hospital de San Lázaro, en la Caleta de Juan Guillén, el edificio contaba con una iglesia ubicada al centro del edificio. Durante años este fue el templo visitado por los enfermos de lepra y devotos hasta que ambas instituciones son trasladadas a Mariel, y luego al poblado de Rincón, en el municipio Santiago de las Vegas, como definitiva sede.
En el nuevo hospital se erigió una sencilla iglesia, en principio de madera y tejas y con solo una nave central. Su campanario se le construyó a principios de la década del 20 del siglo XX.
En 1936 se iniciaron las primeras obras de reconstrucción del templo gracias a las limosnas y donaciones provenientes de la generosidad pública, recaudadas por las religiosas de la orden de las “Hijas de la Caridad”.
En los años cincuenta se edificó, sobre el altar mayor, la cúpula rematada por una cruz. En el interior existen varios altares o capillas con imágenes de los santos más venerados por los cubanos. En la parte central de la nave está ubicado el altar mayor, donde halla San Lázaro Obispo. La del San Lázaro “milagroso”, la imagen más antigua del templo, ocupa una privilegiada posición en la capilla de la izquierda y se encuentra protegido por una urna de cristal.
En Cuba se venera a un San Lázaro qué no es santo, sino un personaje bíblico. San Lázaro, el mendigo, el de las llagas, las muletas y los perros, tiene su origen en un pasaje de los Evangelios. Podemos buscar su equivalencia en los negros lucumíes, que identificaron a sus dioses africanos con las imágenes cristianas. Para ellos el personaje evangélico era Babalú-Aye, el “orisha” que cura a enfermos y protege a los pobres. Y con este carácter colocaron su imagen en los altares que construían en sus cabildos y lo popularizaron.
Y este es el santo que los cubanos veneran, y al que le pedimos, el milagroso, el santo que cura y al que muchos cubanos le piden salud y prosperidad.
Para la Iglesia católica, el único santo de ese nombre es San Lázaro Obispo, sin llagas y con mitra, que también se venera el 17 de diciembre. La religión católica jamás santificó al mendigo de la parábola bíblica.
Babalu ayé es una de las deidades de la religión yoruba y en la santería sincretiza con San Lázaro. Representa las afecciones de la piel, las enfermedades contagiosas, especialmente las venéreas y las epidemias en el ser humano. Medio hermano de Changó, cuando los adivinos se reunieron para la distribución de los reinos le fue entregado el Reino de Dajome. Es el santo más venerado de tierra Arará.
Tiene el aspecto de un inválido, minado por un mal deformante, de piernas retorcidas y espinazo doblado. En Candomblé y Umbanda se lo representa cubierto de unos vestidos de paja. Orisha mayor y santo muy venerado. En realidad Babalú Ayé significa «padre del mundo» nombre que se le daba a Chopono o Chakpata, el terrible orisha de la viruela, cuyo nombre no podía pronunciarse.
A este Santo le gusta trabajar con muertos. Su color es el morado obispo y su día es el viernes, aunque para otros es el miércoles. Su número es el 17 y habla en el 4, el 11 y el 13 del Diloggún (Irosun, Ojuani y Metanlá). Collares de cuentas negras, matipó de Oyá, Matipó de San Lázaro (blanco con rayas azules y cuentas rojas). Combinadas según el camino del Santo.
Se le ofrenda maíz tostado, mazorcas de maíz asadas, pan quemado, agua de coco, vino seco, ajo desgranado, pescado y jutía ahumados, cocos, cocos verdes, cebolla, corojo, cogote de res, etc. Se le inmolan chivo con barba, gallina de guinea, gallo y paloma. Sus Ewe son cundeamor, sargazo, alacrancillo, apasote ateje, piñón botija, bejuco ubí, albahaca, zarzaparilla, artemisa, caguairán, cenizo, chirimoya, bejuco amarillo, cardosanto, ortiguilla, incienso, millo, pica pica, etc.
Oramos y pedimos al Lázaro de las muletas y los perros, al Lázaro llagado y mendigante, por encima de cualquier tradición o doctrina teológica. En realidad a los devotos no parece importarles si es uno u otro, incluso de seguro no conocen la diferencia, y la posibilidad de que cada Lázaro haya sido una persona distinta.
Lo cierto para todos ellos es su bondad y su poder. Sin sus milagros acaso este día no sería una fecha tan esperada. En el condado Miami-Dade el homenaje tiene como punto central en la iglesia “El rincón de San Lázaro” que se encuentra en 1190 E. 4 Ave, Hialeah, FL 33010.
Hoy es un día para pedirle a San Lázaro:
San Lázaro que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, y que en ti, patrón, encuentre la fuerza que necesita mi materia para poder llevar estas pruebas de este planeta en que habitamos y de este camino que hay que pasar, mandado por Dios, nuestro Padre, pues en ti pongo mi fe para que me salves y des consuelo a mis grandes males y que por tu valor tenga otro porvenir mejor.
San Lázaro conmigo y yo con él, el delante, yo detrás, para que todos mis males los haga desaparecer, la Gloria de todos. Amén.
CUBA EN LA MEMORIA 17/12/2014