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CUBA en la memoria

~ por Derubín Jácome

CUBA en la memoria

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EL ZAPATEO – ILUSTRACIONES

23 miércoles Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Cultura cubana

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Cuba, mestizaje, migraciones en Cuba, tradiciones

Publicado por Derubín Jácome

En la publicación anterior sobre el “zapateo cubano” les cité algunas referencias aparecidas en artículos de prensa de mediados del siglo XIX, sobre este baile que ya para entonces era popular en nuestra Isla. Ahora les publico algunas imágenes de ilustraciones inspiradas en dicho baile y algunas anécdotas relacionadas con las mismas.

La primera y más antigua de estas ilustraciones es “El zapateado”, ilustración de 1840 realizada por Federico Mialhe para su colección “Viaje pintoresco alrededor de la Isla de Cuba”, que consta de 21 litografías, y que el autor dedica al Intendente y Gobernador de la Isla, Claudio Martínez de Pinillos, Conde de Villanueva.

Sobre esta ilustración, a partir de la sexta entrega de la colección, se hizo pública una polémica entre los redactores de dos periódicos “rivales” de esa época; El “Diario de la Marina” y “El Faro Industrial”. En un artículo del 26 de mayo de 1849, el redactor del primer diario citado, sin dejar de hacer pública su admiración por la belleza de las imáges, señala dos aspectos que considera desacertados, exponiendo que no se justifica la utilización del término «alrededor», en su título, ya que también aparecen imágenes que corresponden al interior de la Isla, por lo que debería haberse utilizado la preposición “en”.

Su otra objeción está relacionada con el título dado a la ilustración “El zapateado”, lo que considera erróneo ya que en la Isla este baile se le conocía como “zapateo”, exponiendo que el término “zapateado” responde a un baile provincial de Cádiz, en España y “zapateo”, al de Cuba. No obstante este periodista justifica al Sr. Mialhe: “…sabemos que es extranjero y esta circunstancia le excusa de la falta de conocimientos de nuestros campos…»

En una segunda nota de prensa, vuelve a insistir sobre sus objeciones, incluyendo nuevos detalles relacionados con el vestir campesino. Afirma que los “guajiros” no usan sombreros de copa chata y de ala ancha, ni botines y que no suelen llevar pañuelo en la cabeza, ni se atan los pies con cintas. De igual modo ironiza sobre el que se encuentra recostado, con blusa, considerando que su apariencia es más francesa que de campesino cubano. Sobre las campesinas, argumenta que ellas no se sujetan las sayas de esa manera.

Otra de las imágenes de esa época relacionadas con el zapateo, la encontramos en el “Album pintoresco de la Isla de Cuba”, editado en 1853 en Berlin, por “Storch & Kramer” y “Bernardo May y Cia”. Las imágenes que aparecen en este obra, están basadas en las originales ilustraciones basadas en impresiones de Cuba, que tuvo su litógrafo original: Federico Mialhe. Fue tal su promoción a lo largo de América y Europa, que algunos autores consideran que la imagen que el público ilustrado, del siglo XIX, tuvo de Cuba fue el transmitido por este grabador.

EL ZAPATEO – ILUSTRACIONES
Estos mapas-litografía coloreadas, que incluyen un recuadro que traza las distancias entre ciudades de Cuba, está además enmarcados por un borde pictórico de diez y seis viñetas que reflejan estampas de mediados del siglo XIX cubano. lustraciones sobre escenas de la vida cotidiana, acontecimientos históricos y lugares importantes.

Representan una muestra de las ciudades, puertos, ferrocarriles y carreteras de nuestro país en esa época, también del cultivo de tabaco, una danza formal, una vista de la ciudad desde el puerto, una pelea de gallos, la toma de el Morro por las fuerzas británicas en 1762, la ciudad y el santuario del Cobre, el huracán de 1846 y una escena de baile “el zapateo”, tema de esta publicación.

Esta obra tampoco estuvo exenta de problemas. Las ilustraciones originales de Mialhe,que bordean este mapa, estuvieron involucradas en un escandaloso caso de la piratería de derechos de autor.

Bernardo May, un comerciante de La Habana, envió los grabados originales de Mialhe a Alemania, para ser reproducidos, sin la autorización de su autor. De regreso a Cuba, las copias serían vendidas a menos de la mitad del precio del establecido para los originales, lo que sin dudas, afectaba las ganancias de su autor original.

Mialhe demandó a de Bernardo May amparado bajo las leyes de “Derecho de Autor” que estaban recién promulgadas. Ante tal situación, Bernardo May negó el plagio, sosteniendo que «… después de todo, damas en carros, vendedores ambulantes, iglesias, monumentos y paisajes eran todo lo que hay a la vista de “cualquier” artista que quisiera pintarlos…»

Con este sencillo argumento, el caso fue resuelto a favor de Bernardo May, debido a un tecnicismo. Tampoco habían respetados los derechos de autor al utilizarse, sin su aprobación, el mapa que ocupaba la parte principal y central de las ilustraciones. El mapa también fue pirateado de otra fuente, ya que este mapa de 1848, había sido realizado por José M. de la Torre.

Sin embargo, se consideró que la composición del mapa, con la tabla de distancias y las ilustraciones de Mialhe, era una obra del todo «original» de Bernardo May.

Pierre-Toussaint-Frédéric Mialhe (1810 – 1868) fue un pintor francés que fuera reconocido internacionalmente por las ilustraciones sobre Cuba que realizara durante su larga residencia en la isla, desde 1838 a 1854. Con gran técnica y talento artístico, se supo capturar la vitalidad tropical de Cuba en sus ricamente coloridas pinturas. Muchas de sus obras fueron litografiadas, convirtiéndose en las primeras imágenes de nuestro país que fueran conocidas en el mundo.

Bajo el título “Viaje Pintoresco al rededor de la Isla de Cuba “, publicado Louis Marquier, 1847-8, realiza la carpeta que contenía sus 25 vistas litográficas a color y 2 mapas, en edición original de la que existen pocos ejemplares. Posteriormente sería pirateada en dos ocasiones. En ambas, lo haría el citado editor Bernardo Mayo, que la reimprimió en Berlín por la firma de “Storch & Kramer”, en 1853 y 1855, con el título del “Álbum Pintoresco de la Isla de Cuba”.

CUBA EN LA MEMORIA 23/02/2016

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EL ZAPATEO CUBANO

22 martes Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Cultura cubana

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Cuba, mestizaje, migraciones en Cuba, tradiciones

Publicado por Derubín Jácome

En más de una ocasión he comentado sobre la bien merecida fama de bailadores que tenemos los cubanos, de los muchos sitios en que se podía ir a bailar e incluso sobre ritmos, canciones, intérpretes y músicos cubanos, y como llevo tiempo sin que dedique una publicación a este tema, hoy les comento sobre el zapateo.

El “zapateo cubano”, según muchos autores, es un baile cubano de origen español y se afirma que surgió en las zonas rurales, por lo que es lógico se considere música “campesina”. De hecho, en Cuba, recuerdo que solo se interpretaba en algunos programas de este género, como el clásico “Palmas y Cañas”. Y sin pretender hacer una tesis sobre este baile, pues no quiero aburrirles, les comento sobre el mismo.

Se cree que desde 1550, los primeros colonizadores empezaron a desarrollar en la Isla una afición por bailes que tenían como principal atractivo el arrastrado de los pies o zapateado. De posible procedencia andaluza, se asegura provenía de algunas danzas de influencia celta en Europa. Otros historiadores e investigadores le atribuyen una raíz canaria.

Alejo Carpentier en su libro “La música en Cuba”, considera que los primeros indicios de la aparición del zapateo en la Isla, datan de principios del siglo XVIII, aunque no fuera hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando alcanza su mayor auge. También afirma que no se convierte en un baile representativo de la cultura cubana, hasta las primeras dos décadas del siglo XX.

En un artículo de la revista “La Charanga” Tomo 2, Núm. 21-25 publicada en La Habana en Octubre de 1858, encuentro:
“…al oírlo se entusiasman y alegran de tal manera que olvidando una sus desventuras y el otro su elevada posición social, se ponen, sin dárseles un bledo por el qué dirán, a bailar el zapateo, entonces, todo el mundo se arrebata…”

En cuanto a considerar su surgimiento en las zonas campesinas, el musicólogo cubano Rolando Antonio Pérez expone que durante los siglos XVI, XVII y XVIII se manifestó en Cuba una tendencia hacia el poblamiento de las zonas interiores y hacia la ruralización de rasgos hispánicos… “que antes tuvieron por sede las ciudades”.

Es decir, que el proceso de evolución del zapateo comienza en los medios urbanos, y es después que se expande hacia las zonas rurales, como proceso natural de poblamiento de la Isla. Es cierto que no estuvo limitado al paisaje urbano, pues entre los campesinos también existió una danza, con particularidades que la diferencia del estilo común a más de una región de América: el zapateo cubano.

Otro investigador e historiador cubano, José María de la Torre, parte de su experiencia personal para afirmar que el origen del zapateo criollo parecía venir de la región española de Castilla la Nueva “… pues al escuchar alguna tonada en La Mancha, creía estar oyendo el lastimero ¡ay! de nuestros campesinos…” Esta afirmación no creo que resulte muy convincente.

La procedencia canaria del zapateo es una creencia arraigada en el pueblo cubano. Parece lógico si consideramos el significativo asentamiento de inmigrantes canarios en los campos de Cuba, donde más se desarrolló este género. Pero este argumento queda descartado porque en la historia de las Islas Canarias no existen referencias a ningún género basado en la improvisación poético musical que pudiera haber servido como punto de partida para el desarrollo posterior de este baile.

Quizás el más sólido argumento en contra de la hipótesis del origen canario del punto sea precisamente que en las Islas Canarias se le llama a este género “punto cubano”, en evidente reconocimiento de su procedencia de nuestro país.

En el libro “Música e historia del Zapateado” del español Guillermo Castro Buendía, aparecen muchas notas bibliográficas de la prensa hispana que no dudan en confirmar la nacionalidad cubana de nuestro zapateo:

Mayo de 1842, “El último adiós”.
…”Con este título hemos visto anunciado en el diario de ayer la última función de la sublime hija del Rhin, que se verificará el domingo próximo. En ella bailará la hechicera
Hada, el “Zapateado Buscapié cubano” que ha aprendido en esta semana …”

Agosto de 1844, “Las bocas de la Isla”
…”Canción nueva con letra muy chistosa que cantará con toda la sandunga gaditana el joven Don Víctor Valencia… Se presentará Dª María Arroyo, con la disposición que le es
natural, bailará el verdadero “zapateado cubano”, que le acompañarán con arpa, tiple, guitarra y güiro.

Sin embargo, no hay dudas de que el taconeo, la gestualidad y, en general, el ritmo asumido recuerda a la intencionalidad “coreográfica andaluza”, según escribió el compositor cubano Sánchez de Fuente.

Existen muchas referencias que, ya consolidada la dominación española sobre sus colonias, empiezan a regresar a España muchos españoles, acompañados de sus esclavos negros, que traían costumbres ya mestizas creadas en el Caribe, sobre todo en la música y la danza. De Cuba les llegarán instrumentos diversos, y algunos se adaptaron a su cultura, como el güiro, calabazo, y la quijada de burro.

El simple instrumento musical cubano llamado “güiro”, no es más que la fruta del árbol que llamamos güira. El fruto tiene forma de calabaza alargada, el que una vez secado, se le hacen varias rayas paralelas consecutivas por uno de los lados y que al frotarse con unas varillas produce el consabido y rítmico sonido que acompaña a la música cubana de todos los tiempos.

El zapateo es un baile de pareja suelta, y su característica más notable es el juego de los pies, alternando la punta y el tacón, paso básico que le da nombre al baile, sin dejar de marcar el ritmo de la música en compás de seis por ocho, con el canto y el palmeo de los participantes.

La mujer, erguida, sostiene su delantal o falda con ambas manos, mientras el hombre se inclina ligeramente hacia delante con los brazos cruzados por detrás a la altura de las caderas, simulando perseguir el cuerpo de la compañera con su cabeza, como hace el gallo con la gallina durante el cortejo de apareamiento. Incluso hay referencias de que los bailadores más experimentados se colocaban cuchillos en los zapatos, imitando espuelas de gallo y haciendo peligrosos pasillos.

El hombre gira alrededor de la mujer, quien trata de no darle las espaldas, por lo que ella va girando sobre su propio eje, acentuando el galanteo masculino y la coquetería femenina. Los dibujos coreográficos son libres y espontáneos, y se presentan otros pasos conocidos como “escobillado” y “floreo”, los cuales puede realizarse con rapidez o lentamente. Ella lo provoca y él culmina el baile colocándole su sombrero en la cabeza o su pañuelo sobre los hombros.

EL ZAPATEO CUBANO
En la revista “Sport”, Año 3, Num. 14-16, Enero de 1888, se comenta:
“…En las razas superiores el primitivo objeto de los bailes fué el amor. Amor delicado, que aún suele elevarse dulcemente de los bailarines, moverse con ellos y embriagarlos con plácido calor, en tanto que los arrullan las notas de una música deliciosa. ¡El Zapateo cubano, la Tarantella napolitana, el Frascone toscano, el Walz alemán, la Mazurka polaca, la Rómeka y la Arnauta griega, que son sino bailes de amor?…”

Considerado como “baile de guajiros” cayó en descrédito y lamentablemente fue marginado. Y aunque no considero que deba actualizarse o hacerse popular como un baile de salón, tampoco debemos olvidarlo, porque es cubano y forma parte de nuestra cultura y de nuestras raíces. Y, sin dudas, está olvidado, como tantas otras cosas…

CUBA EN LA MEMORIA 22/03/2016

DIA DE LOS PADRES

19 sábado Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Cultura cubana, Fechas históricas, Sociedad

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Cuba, tradiciones

Publicado por Derubín Jácome

El “Día de los Padres o Día del Padre” es una celebración dedicada a los padres de familia, en que celebramos la paternidad y la influencia del hombre en la vida de sus hijos. Aunque las fechas de su celebración no es la misma en todos los países del mundo, la tradición católica europea lo conmemora el 19 de marzo, día de “San José”, padre putativo de Jesús.

Putativo, según el Diccionario de la Real Academia Española es quien es tenido como padre, hermano, etc., sin serlo, como es el caso de José, que es padre putativo de Jesús. En textos religiosos la abreviatura de padre putativo es P.P., por lo que a los que nos llamamos José, nos dicen Pepe… ¿curioso verdad?

DIA DE LOS PADRES

Sin embargo, la mayoría de países latinoamericanos festejan el Día del Padre el tercer domingo de junio, y dejan para el 19 de marzo la celebración del “Día del Hombre”.

En Cuba, el primer “Día de los Padres” se celebró el 19 de junio de 1938. Fue la escritora y artista Dulce María Borrero quien defendió y apoyó la celebración en la Isla de este día como homenaje a los padres. Si las madres ya tenían su día el segundo domingo de mayo, mes de las flores, resultaba una justa propuesta que los padres tuvieran también lo tuvieran.

Como antecedente, ya se había conmemorado en los Estados Unidos la primera celebración del Día del Padre el 19 de Junio de 1910, tras la gestiones de la norteamericana Sonora Smart-Dold, artífice de esta festividad. Ella consideraba que, si de honores se trataba, su padre, William Smart, veterano de la guerra civil, era tan importante como su madre, pues cuando su esposa murió, durante el parto de su sexto hijo, a partir de ese momento se hizo cargo de criarlos y educarlos cumpliendo su rol de padre y tratando de cumplir el de madre, sin recibir ningún tipo de ayuda.

Ya adulta, asistiendo a una misa con motivo del “Día de la Madre”, que apenas llevaba dos años celebrándose, y agradecida por la fortaleza y la consagración de su padre en su crianza y la de su familia, concibió la idea de celebrar también un Día de los Padres.

Originalmente pensó en celebrarlo el 5 de junio, día del cumpleaños de su padre, pero teniendo poco tiempo para los preparativos, decidió cambiar la fecha para dos semanas después. Sonora hizo una intensa propaganda a su iniciativa, y aunque con escaso éxito, se celebraron misas en muchas ciudades. Es así como el primer día del padre tiene lugar en Washington, el 19 de junio de 1910.

En 1915, Harris C. Meek, presidente del “Club de Leones” de Chicago, retomó la idea y el proyecto contó con mejores auspicios. Progresivamente la festividad alcanzó tal popularidad que, en 1924, el Presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge, convirtiría el “Día del Padre” en una celebración nacional.

En 1956, incluso una Resolución del Congreso de Estados Unidos reconoce, como un deber, homenajear a los padres mediante este día en su honor y diez años más tarde, el presidente Lyndon Johnson proclama oficialmente el “Día de los Padres” como una Fiesta Nacional. Es Richard Nixon quien, en 1972, firma la Ley que establece el “Día de los Padres” el tercer domingo de junio.

Al igual que había ocurrido con el “Día de las Madres”, los comerciantes lo acogen con beneplácito pues esto podría reportarles buenos dividendos, por lo que cada año lo promueven, mejorando su gestión de venta para obtener más ganancias con la venta de regalos para los padres.

Afortunadamente, el “Día de los Padres”, para la mayoría de los cubanos, no ha perdido el origen de su concepción, y aunque es habitual obsequiarles algún detalle, lo fundamental continúa siendo las muestras de cariño y admiración hacia nuestros progenitores, que se suceden en todo hogar cubano cada tercer domingo de junio, un día sagrado dedicado a enaltecer a los hombres que han cumplido la obra de la vida, junto a su compañera, en la educación y crianza de sus hijos.

Como muchos cubanos nos encontramos dispersos por todo el mundo, no quise esperar al tercer domingo de Junio para comentarles sobre este día y que cada cual, esté donde esté, lo celebre según las costumbres del lugar donde resida. Pero ante todo debemos tener presente que la labor de nuestros hijos no es reconfortarnos o hacernos regalos este día, lo fundamental es que crezcan con la libertad de pensar y poder expresar lo que piensan, con respeto y consideración.

En 1920, aún siendo vicepresidente de nuestra República, Alfredo Zayas en un discurso alertaba a los padres sobre la importancia de que este concepto fuera el fundamento principal en la educación de sus hijos…

“…a fin de que pueda decir el viajero que divise nuestras costas en porvenir no lejano: “Allá hay una isla bendita por el cielo, que sobre la esmeralda de su suelo y el zafiro ondulante de sus mares, sostiene a un pueblo libre, de hermanos laboriosos y virtuosos, que harán que se perpetúe en la historia el nombre de una raza y con él los sentimientos y los ideales que alentaron nuestros padres, que recogimos de sus labios y de su ejemplo, y que queremos trasmitir a nuestros hijos…”

Así sea.

CUBA EN LA MEMORIA 19/03/2016

ABRE QUE AHÍ VIENE EL COCUYÉ…

15 martes Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Cultura cubana, Curiosidades, Sociedad

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carnaval Santiago, Cuba, música cubana, tradiciones

Publicado por Derubín Jácome

Con este popular estribillo dan comienzo las congas en Santiago de Cuba y, sin dudas, esta melodía arrastra a los santiagueros desde la calle Trocha hasta finalizar en la calle Enramada. El “Cocuyé” es propio de los carnavales santiagueros, al igual que lo son la corneta china y los bocúes que se afinan con fuego. Sin ellos y sin los legendarios cabildos Carabalí Izuama y Olugo, las fiestas no serían lo mismo.

El bocú es un instrumento de percusión, un tipo de tambor típico en los carnavales de las provincias orientales y aunque podemos encontrarlo en conjuntos instrumentales de son, rumba y bembé, es por excelencia un instrumento de las agrupaciones de conga y comparsa. No se concibe un conjunto de este tipo sin bocú y es en estos géneros que ha alcanzado su máximo desarrollo.

Es posible que algunos no conozcan que fueron los franceses emigrados que escapan de la revolución contra el sistema esclavista instaurado en la colonia francesa de Saint-Domingue (actualmente Haití y República Dominicana), los que en sus embarcaciones traen, a la zona oriental de nuestro país, el cantar del cocoyé.

Esta canción de los esclavos domésticos que les acompañaban, se fue imponiendo y evolucionando con variaciones en su melodía. Incluso hasta en su nombre, pues debido a la pronunciación de los negros y pardos de Santiago, se cambia la última vocal y se transforma en Cocuyé.

Una de las referencias más antiguas que se tiene sobre este canto en nuestro país, la encontramos en el libro “La música en Cuba” de Alejo Carpentier, donde el autor nos relata una anécdota acontecida en 1836 y cuyo protagonista es Juan Casamitjana, músico catalán establecido en la Isla:“…Cierta noche de 1836, hallándose en el Café La Venus…asistió al paso de una ruidosa comparsa, llevada por las mulatas Maria de la Luz y María de la O, que iba cantando el Cocuyé”.. Deslumbrado ante tal revelación, anotó las coplas y los ritmos y escribió una partitura para la banda del Regimiento de Cataluña, resultando su estreno un escándalo para la “gente distinguida”, pero un aplauso unánime de aprobación del público popular.

Juan Casamitjana, flautista, profesor, compositor y director de banda y orquesta, se establece en Santiago de Cuba en 1832 , donde fundará una escuela de música y agrupaciones instrumentales en las que introduce formas propias del folklore santiaguero. Según Carpentier, es Casamitjana el primero en comprender el valor rítmico y melódico de la música negra elaborada en las Antillas.

Considero necesaria la aclaración de que además de que las formas actuales de tango, desarrolladas en Argentina y Uruguay a partir de mediados del siglo XIX, ya existen registros de estilos de “tango” desde principios de ese siglo, registradas en Cuba e incluso en España, donde encontramos un baile “tango flamenco” que puede compartir un ancestro común en un minué al estilo de la danza europea.

En todas las fuentes relacionadas con ese género, se hace hincapié en la influencia de las comunidades africanas y sus ritmos, siendo los instrumentos y las técnicas traídas a América, por los inmigrantes europeos, los que inciden en la definición final del tango que ahora conocemos.

Este popular “tango cocuyé” recorrió Cuba integrado en popurrís donde encontramos, en sus primeras referencias como “marcha de carnaval”, que en algunas de sus versiones presenta un figurado musical que después será el llamado clave o “cinquillo cubano”, que dominará el discurso métrico en géneros como el danzón y el bolero tradicional del oriente cubano. Se asegura que a los extranjeros les es difícil tocar un danzón por causa del cinquillo, figura musical que abarca tres corcheas y dos semicorcheas.

Según Fernando Ortiz, el cinquillo es un tema de difícil comprensión para los estudiosos de la música afrocubana: “…El cinquillo genera el ritmo del danzón. Debe acentuarse bien sus dos primeras notas y la última, cosa que no hacen quienes no sienten el ritmo cubano, porque ignoran la existencia de esta prosodia especial del referido ritmo…”.

A partir de mediados del XIX ya encontramos, con una frecuencia mayor, referencias a este canto. En un artículo referente al Cocuyé, aparecido en La Habana en 1856, se relata de que manera pudo escuchar el compositor español Francisco Asenjo Barbieri la canción que posteriormente le inspiraría el “tanguito” de su zarzuela “El Relámpago”.

…¡Ay que gusto y que plasé!
¡Que cosa rica!
Ver bailar el cocoyé
Con la sopimpa….

En una crónica de este mismo año se hace referencia a una coreografía de 16 individuos bailando el cocoyé, lo que podríamos relacionar con las contradanzas antiguas que se bailaban con numerosas figuras que iban haciendo las parejas. Es decir, 8 parejas con una coreografía determinada, pero a ritmo del tango Cocoyé, lo que será una premonición de lo que más tarde será el danzón.

Algunos lo considerarán como…” baile de negros que tiene un ritmo muy marcado y fuertemente acentuado…” pero aún así, continuará imponiéndose a pesar incluso de las restricciones dictadas, llegando a ser suprimido en Santiago de Cuba, por el jefe de la policía, el 27 de abril de 1878…” porque promueven gran algazara y contienda…”

Pocos años después, en 1882, encuentro otra referencia en la obra bufa “El proceso del oso”, de Ramón A. Morales, donde un personaje, Tepsícore, invita a los bailes residentes o “aplatanados” en la isla: el minué, la caringa y el cocoyé.

Será el compositor y pianista estadounidense Louis Moreau Gottschalk quien lo llevará a una danza: “El Cocoyé”, (Grand Caprice Cubain di bravura for piano, Op. 80, D. 35). Moreau es el primer pianista norteamericano en conseguir reconocimiento internacional y el primer compositor estadounidense en emplear ritmos y temáticas latinoamericanas y criollas, casi seguro estimulado por su amistad con Manuel Saumell.

ABRE QUE AHÍ VIENE EL COCUYÉ…

Pero será José Manuel Jiménez Berroa, virtuoso pianista, concertista y eminente compositor cubano y universal, quien a partir de 1886, con dicha partitura de “El Cocoyé”, el que llevará su sonoridad hasta las capitales europeas.

A partir de esa fecha muchos otros compositores harán sus versiones, incluidos dos de nuestros grandes músicos: Amadeo Roldán y Gonzalo Roig. Este último, en 1953 graba el disco de larga duración “In a Cuban Garden”, editado en 1957, con su obra «Fantasía sobre dos temas del baile típico de El Cocuyé». Hasta nueve compositores tomaran este canto en sus composiciones, una cifra no superada por ninguna otra pieza popular.

En Santiago de Cuba, los festejos de carnaval se celebran con la fecha del San Juan y finalmente en las fiestas dedicadas a la Santa Ana, con las comparsas de “Los Hoyos”, la “Carabalí Orúe”, “El cabildo Lucumí”, “Los Muñequitos”, “Izuama” y la legendaria “Tumba Francesa”, conformada por la comunidad haitiana. Entre ellas destaca “El Cocuyé”.

La próxima ocasión en que escuche su música, al menos ya conocerá un poco de su interesante historia. Pero no piense en ello y…disfrútela!

CUBA EN LA MEMORIA 15/03/2016

FRONTONES DE CUBA

10 jueves Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Cultura cubana, Deportes

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Cuba, edificios, habana

Publicado por Derubín Jácome

La pelota vasca (en euskera: pilota) fue llevada a Cuba por los vascos en el año 1898. Comenzó a jugarse en La Habana y se le atribuye a Tomás Mazzantini el proyecto de establecerla en Cuba. Sin olvidar la importancia de Rufino Osoro, que sería quien solicitara el permiso para oficializarla en la isla, ni a Basilio Zarrasqueta, que sustituyó a Rufino Osoro y fue el promotor más entusiasta de este deporte en nuestra isla .

A estos tres hombres, debemos el conocimiento de este deporte, perfeccionado en las provincias vascongadas, pero cuya historia y nombre data desde épocas muy remotas.
Ellos, no sin esfuerzo, consiguen la concesión de la manzana de terreno comprendida entre las calles de Concordia, Lucena, Virtudes y Marqués González, propiedad del Municipio que tenía destinada a depósito de materiales. La obra que se proponían requería para su construcción de un presupuesto muy alto, pero con sus esfuerzos lograron que muchos le dieran apoyo.

Entre ellos, D. Ignacio Nazábal, D. Segundo Méndez, D. Augusto Lezama y D. Juan Francisco Uribarri, que unidos a Zarrasqueta lograron que pocos meses después, el 7 de mayo de 1901, naciera el primer templo de pelota vasca destinado al juego, a la usanza vasca, de cesta a punta: el “Frontón Jai-Alai de la Habana”. En su inauguración se escuchó, por vez primera en la isla, las notas del himno inmortal de José María Iparraguirre “Gernikako arbola”, junto a las de nuestro Himno Nacional. La obra no tardó mucho tiempo en ganarse el nombre de »El Palacio de los Gritos».

La primera directiva del Fronton Jai Alai fue seleccionada entre representantes de la banca y el comercio. El primer cuadro de pelotaris que inauguró la cancha del “Frontón Jai-Alai de la Habana” fué contratado por el señor Rufino Osoro. Por primera vez pisaron la cancha habanera los delanteros y “zagueros” San Juan, Lavaca, Juan Rincón (Navarrete), Oyarzun y Elícegui. Zagueros son los jugadores que se colocan detrás.

En Cuba este deporte se arraigó con firmeza, aunque tuvo momentos de alza y de bajas. En 1912 vence el plazo concedido por el Municipio de la Habana a la “Empresa Frontón Jai-Alai” y el edificio de Concordia y Lucena enmudeció por largos años, aunque durante ese tiempo no faltaron gestiones y muchos esfuerzos porque abriera nuevamente sus puertas.

El semanario «La Cancha Habanera» fue la primera revista que se publicó en defensa del deporte vasco. Su primer número vio la luz el domingo 16 de noviembre de 1902. Fundada por los señores Domingo Asencio y Mirelles y Manuel Roces. Muy poco después surgieron otras revistas sobre pelota vasca, tales como «El Beti-Jai», «El Pelotari», «La Pelota de la Habana» y «Fiesta Alegre», estas últimas de los periodistas Atanasio Rivero, Eulogio Diaz Miranda y Fernando Rivero.

A los asistentes a los juegos, en aquella época, le llamaban la atención no solo los pelotaris con su indumentaria compuesta por boina roja, saco blanco y pantalón negro, sino también los “corredores” de apuestas que se destacaban con sus movimientos en la contracancha, por su ir y venir, por su vocear continuo y por su agilidad y mente despejada en hacer las apuestas cruzadas. Los corredores eran necesarios para la defensa del dinero público, pues ellos representan las garantías por respaldados por las empresas que los había nombrado. En una época en que el transporte público era aún tirado por caballos, La Habana comenzó a ser el centro de un deporte cada vez más lucrativo, gracias a las crecientes apuestas.

Finalmente el día 12 de Agosto de 1919, se aprueba la llamada “Ley del Fomento del Turismo”, votada por el Congreso y firmada por el entonces Presidente de la República, el Mayor General Mario G. Menocal. Gracias al amparo de esta ley, Elicio Arguelles vuelve a establecer el juego vasco de pelota en Cuba.

Por tal motivo se erigen dos nuevos frontones. Uno en Cienfuegos, el 13 de noviembre de 1920, también con el nombre de “Jai-alai”, que significa “fiesta alegre”, y otro en la Habana con el nombre de «Frontón Nuevo», inaugurado el 28 de enero de 1921. Basilio Zarrasqueta es nombrado administrador de la “Empresa Frontón Jai-Alai”.

En la noche del sábado 11 de Mayo quedó inaugurada la primera temporada del deporte vasco en su segunda etapa en La Habana. Esa noche jugaron el primer partido Higinio y Egozcue. El segundo partido, Eguiluz y Altamira teniendo de contrarios a Cazali mayor y Arnedillo. Eguiluz, cubano de nacimiento, era la estrella, que en la nueva constelación deportiva, se presentaba al público habanero.

FRONTONES DE CUBA
En poco tiempo, por el Palacio de los Gritos comenzaron a desfilar jugadores de fama mundial. Las temporadas comenzaban el primer domingo de octubre y terminaban el 20 de junio. Después de esa fecha todos los pelotaris, corredores de apuestas y catedráticos de tan fascinante juego, regresaban a la península con los bolsillos llenos de dinero.

Pero otro frontón fue considerado también como uno de los atractivos que contaba La Habana en aquella misma época: el Frontón «Habana-Madrid». Construido para el juego de otro deporte y además con la diferencia de que era practicado por mujeres perfectamente entrenadas, en el manejo de la raqueta.

La acertada iniciativa que dio lugar a implantar este nuevo deporte en Cuba, se debió en primer término al señor Panchito del Barrio, que en unión de los señores Aurelio Vázquez, Fernando Serafín y Ángel del Cerro obtuvieron la autorización correspondiente para su implantación y funcionamiento.

La inauguración del “Habana Madrid” tuvo lugar el 13 de Octubre de 1922, una vez concluida la construcción de un edificio apropiado, con armazón de acero y ladrillos, y con una cancha de treinta y cuatro metros de largo por nueve y medio de ancho.

En dicha inauguración figuraron diez y siete “señoritas pelotaris”, que…“viven dentro del mismo edificio bajo el cuidado de familiares de respetabilidad, y sólo salen de paseo o a diligencias acompañadas de señoras que están a su cuidado, evitándose de esta suerte se maleen con tratos que a su buen nombre y al de la empresa pudiesen ser perjudiciales”… Ante todo el honor y la moral.

Pero el Jai Alai, por su entorno marcado por las apuestas, fue eliminado después de 1959. Desapareció la tradición… y la mayoría de los pelotaris, corredores de apuestas y se trasladaron a la Florida para darle continuidad a una tradición que, sin dudas, había sido patrimonio de la República.

No quiero concluir sin nombrar al famoso cestapuntista cubano José Antonio Martínez Díaz (“Frias”). Nacido el 5 de noviembre de 1927 en La Habana y fallecido este mismo año. Jugó en los mejores frontones del mundo, y consiguió varios premios durante su larga trayectoria, como el del Torneo Diamond Doubles, con Isasa; el de World Doubles, con Careaga, Egurbide y Javier…

Sin dudas fue uno de los mejores pelotaris de su época y muchos aficionados del País Vasco aún recuerdan a «aquel cubano, alto y moreno que jugaba los grandes partidos de la época junto a Txutxo Larrañaga, Txurruka y todo el elenco de grandes puntistas de la época…»
En este deporte también tuvimos nuestras estrellas.

CUBA EN LA MEMORIA 10/03/2016

LA MASONERIA – CUBA

09 miércoles Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Religión, Sociedad, Urbanismo y Arquitectura

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Cuba, Masonería en Cuba, Religión

Publicado por Derubín Jácome

No hay dudas de que la masonería en Cuba está vinculada a nuestra historia. Se afirma que la independencia del colonialismo español en 1898 fue obra de masones. Cada símbolo nacional: himno, bandera y escudo, fueron concebidos por sus hijos. Masones fueron Carlos Manuel de Céspedes, considerado el “Padre de la Patria”, Ignacio Agramonte, Antonio Maceo, José Martí y la inmensa mayoría de los gestores de la república.

“Logia”, proviene del griego “logos”, es decir, defensa, argumentación, verbo, palabra, ya que para los masones en estos lugares de reunión se habla o se transmite enseñanza a través de la palabra. Las primeras concepciones masónicas arribaron a La Habana con las corrientes de “la Ilustración”, posterior a la Revolución Francesa de 1789, y en la primera mitad del siglo XIX ya fueron organizados como clubes y organizaciones secretas.

Investigadores defienden la posibilidad de que existieran mucho antes, considerando las evidencias simbólicas masónicas grabadas en piedra de cantería en las Muralla que rodeaba La Habana, cuya construcción es del siglo XVI.

Pero sin duda, la primera evidencia de la masonería en Cuba data de 1763, cuando se constituye el primer cuerpo masónico que realizó funciones en Cuba y del que se tiene el primer documento oficial que lo atestigua: Un certificado del grado de “Maestro”, extendido a nombre de Alexander Cockburn, fechado el 3 de mayo de 1763 durante la ocupación militar de la Habana por los Ingleses y expedido por la Logia Militar Inglesa número 218 del Registro de Irlanda, adscrita al Regimiento 48 de dicho ejército. Esta logia trabajaría en Cuba durante toda la permanencia del ejército de ocupación, es decir, hasta el 6 de Julio de 1763.

Cuando la “Gran Logia de Francia”, precursora del “Gran Oriente”, fundó la Masonería en Haití, logró transmitir tanto amor y entusiasmo por esta Institución, que cuando en 1793, como consecuencia de la Revolución los franceses tuvieron que emigrar, lo hicieron llevando consigo no sólo parte de sus bienes, sino también sus logias masónicas. De este modo llegaron a Santiago de Cuba la “Perseverance” y la “Concorde”, y a la Habana la “Amitié” y la “Benefique Concorde”, en los años 1802 y 1803.

La primera de las instituciones cubanas comenzó a sesionar con regularidad el 17 de diciembre de 1804, en La Habana, en el “Templo de las Virtudes Teologales”.

En 1809, Joaquín Infante elaboró un primer proyecto de constitución para Cuba y su conspiración independentista fue abortada por la delación de un sacerdote que violó el secreto de confesión de una de las esposas de los conspiradores.

El consejo de Regencia de España declaró ilegitima la masonería en 1812. Pero dos años después ya se funda la “Gran Logia Española del Rito York” con 5 logias y posteriormente una “Gran Logia Soberana” que contó con unas 66 logias simbólicas. Todo esto da paso a la unificación del sistema de grados del Rito Escocés y se fusionan el “Gran Consistorio” y el “Gran Oriente Simbólico de la Isla de Cuba” y da paso a la “Gran Oriente Territorial Español Americano”.

No es hasta después de 1818 que se crea en Cuba el primer cuerpo de Altos Grados, el Consistorio del grado 32 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado con una patente francesa que fue aportada por Luis Juan Lorenzo de Clouet d’Obernay y que reunió tres logias simbólicas que comenzaron a trabajar bajo el rito escocés.

Las conspiraciones libertadoras nacen dentro de la fraternidad masónica, como la “Conspiración de los Rayos y Soles de Bolívar”(1823), con una marcada influencia de los hombres de la Escuadra y el Compás. Posteriormente surgirán otras, entre las cuales destaca la “Conspiración de la Escalera”(1844). En 1834, debido a su vínculo con las conspiraciones libertadoras, vuelven a declararse ilegales las logias y aunque continúan trabajando, su influencia pública no se deja notar en varios años.

Por Real Decreto de Fernando VII, emitido el 11 de marzo de 1824, fueron suprimidas las actividades masónicas en todo el imperio español y eso motiva que se disuelva la “Gran Logia del Rito de York”, aunque solo sería como un golpe de efecto para evadir las consecuencias de dicho Decreto, ya que las logias continuarían reuniéndose, aunque implicara peligro para sus miembros. El temor a represalias haría que los talleres fueran dejando de trabajar, quedando sólo dos logias de las antiguas, en Santiago de Cuba, las que logran con discreción resistir y permanecen hasta 1858.

Hasta 1857 no se crea el Consejo de Caballeros Kadosh que da origen a la fundación de la “Logia Fraternidad No. 1”, “Prudencia No. 2” y “San Andres No. 3”, dando paso, en 1859, a la fundación de la “Gran Logia de Colón”, todas ellas bajo la tutela de Andrés Cassard, cubano, de origen francés considerado el “padre de la masoneria cubana”.

En 1862 el doctor Vicente Antonio de Castro funda el “Gran Oriente de Cuba y las Antillas”. Castro provee una organización secreta que es la base de la nueva insurrección mambisa de 1868. Se hacia una advertencia a los nuevos masones: «…podría muy bien suceder que os encontréis en la ocasión de tener que pelear con las armas en la mano para defender la virtud, la inocencia o la patria, entonces será preciso no retroceder ni temblar…».

Desde 1864 Antonio Maceo se incorpora, al igual que Ignacio Agramonte, en la “Logia Tinima No. 16”. En Bayamo, en la “Estrella Tropical No. 19” se agrupan patriotas como Perucho Figueredo, Francisco Vicente Aguilera y Carlos Manuel de Céspedes. Con la gesta del 68 se recrudece la hostilidad española contra la masonería y son apresados y fusilados una gran cantidad de masones. A pesar de ello, los mambises fundan una serie de Logias militantes.
LA MASONERIA – CUBA

En la Convención Masónica de Lausana en 1875 se reconoce la regularidad del “Supremo Consejo de Colón” y la “Gran Logia Simbólica de Colón” y con ello Cuba forma parte de la comunidad masónica. El 1 de Agosto de 1876, Aurelio Almeida y González re funda la “Gran Logia de la Isla de Cuba”. En 1878 los integrantes de la Gran Logia son acusados de ser desafectos al régimen español.

Durante el Pacto del Zanjón Ia masonería regular debía respetar al gobierno de la nación, sin embargo en este periodo se fundó, con elementos ferroviarios, la “Logia Obreros de la Luz”, la cual colaboró con la preparación de Ia Guerra Chiquita y más tarde proporcionó ayuda a Calixto García para su salida del país. También se crearon las logias” Plus Ultra” y “Evolución”, aglutinadora de muchos de los inquietos jóvenes de la Acera del Louvre.

Es en esta época cuando se reestructura la masonería simbólica, pues tras sucesivas fusiones entre las Grandes Logias, en 1891 surge la “Gran Logia de la lsla de Cuba” como único y soberano organismo simbólico. Al año siguiente se logra también la integración de un único Supremo Consejo para regir la masonería de Altos Grados.

En el siglo XX, con el inicio de la república, ya no contaban con la relevancia que tuvieron en el siglo XIX, pero no obstante incrementaron sus recursos económicos con los que fundan varias publicaciones y se incrementa la edificación de sus locales y otras de sus instituciones. El más relevante es la “Gran Logia de la Isla de Cuba”, la cual costeó con sus fondos la construcción de su sede en 1955, en un gran edificio situado en la avenida de Carlos III y Belascoaín, una de las zonas más céntricas de La Habana.

Al parecer, en la actualidad no hay “altos grados”. Solo hay hermanos y hermanas que han escogido cómo vivir la masonería, sin egoísmo ni integrismo, aceptando el equilibrio entre iniciación y un compromiso cívico. Permanecen en igualdad y se reconocen por la palabra, el signo y el toque.

CUBA EN LA MEMORIA 09/02/2016

GITANOS EN CUBA

07 lunes Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Cultura cubana, Sociedad

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Cuba, mestizaje, migraciones en Cuba

Publicado por Derubín Jácome

El etnólogo Fernando Ortiz realizó notables aportes relacionados con las fuentes de la cultura cubana, afirmando que Cuba era un ajiaco por la diversidad de razas y culturas que influyeron en la formación de su nacionalidad. Y es indiscutible que la nacionalidad cubana se ha nutrido de casi todo tipo de inmigraciones. En “Cuba en la Memoria” ya hemos comentado sobre algunas y hoy lo haré sobre los gitanos.

Aunque no existen investigaciones profundas sobre la entrada de gitanos a Cuba, hay autores que consideran que los primeros llegaron junto con los colonizadores, pues era frecuente que se utilizara a los gitanos presos para conformar las tripulaciones de los barcos que se lanzaban al Nuevo Mundo. Pero aunque su presencia en Cuba se remonte a los tiempos de la colonia, se afirma que la mayor oleada llegó a raíz de la II Guerra Mundial, cuando los nazis exterminaron en los campos de concentración a medio millón de seres, pertenecientes a esa etnia, en Europa Central.

Todo parece indicar que las migraciones sucedieron al comienzo del siglo XX, cuando varias familias o tribus gitanas llegaron junto a las oleadas de inmigrantes españoles que vinieron a probar fortuna, pero no fueron muchos los inmigrantes de esa procedencia los que arribaron a nuestro país.

En Cuba, si bien los gitanos fueron menos discriminados que en otros lugares, también sufrieron lo suyo en este período. Hasta una ley, dictada en 1936, prohibió su ingreso a la Isla, algo que constituía un verdadero crimen, toda vez que en esos momentos muchos de ellos huían de España, donde fueron duramente perseguidos por el franquismo durante la Guerra Civil Española.

Referencias del tema en nuestra literatura las encontramos en libros como “La cubanita que nació con el siglo” donde nuestra escritora Reneé Méndez Capote les dedica un espacio; y también en la prensa, como en uno de los números de la revista “Carteles”, fechado en 1940, donde se publicó un reportaje que reseña cómo se refugiaron en los arrabales de la Habana de intramuros. Una de las fotos muestra sus carpas, las bellas mujeres ataviadas con vestidos típicos y los tocadores de guitarra española. Los habaneros los recibieron con una naturalidad no exenta de cierta curiosidad.

Muchos de ellos llegaron a Cuba para utilizarla como punto de partida para viajar a otros países, pero algunos se quedaron, integrándose, y sus descendientes encontraron en la isla, como ellos mismos expresan, un país donde podían vivir tranquilos.

GITANOS EN CUBA
Los gitanos o romanís, según algunos estudiosos del tema, son un pueblo que procede originalmente de la India, donde los expertos calculan que existen 17 millones. No hay datos de lo que han emigrado hacia Asia, África, América y mayoritariamente a Europa.

De los países europeos, la tierra española fue una de las que mejor se ajustó a los intereses de los gitanos, al igual que Hungría, Rumania y Bohemia. Conservan su propia lengua, pero generalmente hablan más de un idioma como resultado de su vida nómada. Sus hijos son inscritos en el país que nacen con nombres de esa lengua, aunque tienen además su patronímico propio gitano. Por encima de todo aman la libertad, respetan y son fieles hasta morir al jefe de su tribu. Son extremadamente supersticiosos.

Aunque por su condición de nómadas se podían encontrar en cualquier lugar de la isla participando como artistas en el circo, como vendedores en ferias y parrandas, o improvisando chinchales y timbiriches para la venta de mercancías elaboradas incluso por ellos mismos, existen referencias documentadas que los ubican, en otros tiempos, en algunos centrales azucareros como el Chaparra y otras regiones del oriente cubano. También en la provincia de Las Villas era frecuente ver sus campamentos, como por ejemplo, a las afueras de Camajuaní.

Pero los gitanos no solo se han dedicado a la lectura de la fortuna, el comercio, el servicio o el nomadismo. También existen entre ellos intelectuales, políticos y personajes de la farándula, algunos tan conocidos como Charles Chaplin, la actriz Rita Hayworth, el teólogo Frei Betto y hasta el mismo ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Quizás existan también en nuestro país figuras destacadas…

En Cuba dejaron la huella de muchas de sus costumbres. Difundieron las ferias, los carnavales y el circo ambulante, del que llegaron a existir 42. Hay palabras de su lengua incorporadas a la jerga de los compositores del feeling de la década de 1940 y de la actual música bailable salsera… y hasta en los dulces: el brazo gitano.

En las artes plásticas de este período (1925-1940) sin dudas Víctor Manuel García Valdez (1897-1969) con su “”Gitana Tropical”, pequeña pintura (46 x 38 cm) pintada sobre madera y premiada en el Salón de Pintores y Escultores de 1929, al igual que en otras obras, nos representa a una muchacha mestiza, más cercana al tipo “gitana” que a la cubana. De ahí su título.

La presencia de numerosos “gitanismos” en el español de Cuba no puede atribuirse a la inmigración de gitanos, que fue escasa, sino al lenguaje coloquial de los españoles. Recordemos que Andalucía, fue la zona de mayor asentamiento y arraigo de los gitanos en España, y precisamente allí fue donde se propició la asimilación de numerosas voces del caló al idioma español. Y como desde Andalucía se organizaron todas las empresas de conquista de Canarias y de gran parte de las de América, no es de extrañar que andaluces y canarios fueran los que esparcieran por el Nuevo Mundo los gitanismos. Por lo que en el habla coloquial popular de nuestro país son numerosos los gitanismos

Como ejemplo de ello, a continuación relacionamos los siguientes: acurdar (emborrachar) , andoba (fulano), barín (bueno), berro (cólera, disgusto), birlar (robar), bisnar (vender), de buten (de maravilla, de primera), chiva (soplón, delator), chola (cabeza), chota (soplón), chusma (muchedumbre vulgar), coba (halago, adulación), cúmbila (compañero, amigo), curda (embriaguez, borrachera), furnia (cueva), garito (casa de juego), guillarse (hacerse pasar por algo distinto de lo que se es, hacerse el tonto), jamar (comer), jarana (broma), jeta (cara), jiña (excremento), jiñar (defecar), jiribilla (salero, gracia), mangar (engañar), menda (yo), pargo (homosexual), pirabear (fornicar), pirar (marcharse, irse), puro,ra (padre, madre), sandunga (donaire, garbo), sornar (dormir)…

En la actualidad existe en Camagüey la “Agrupación Flamenca Sangre Gitana” integrada por unas 130 niñas y adolescentes de dicha ciudad y dirigidas por su fundadora, Yaineris Torres Pérez, que desarrolla una interesante labor con amorosa pasión por ese tipo de expresión cultural.

Al menos yo, “menda”, así lo considero…

CUBA EN LA MEMORIA 07/03/2016

FÁBRICA DE HIELO – LA NEVERA

06 domingo Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Curiosidades, Urbanismo y Arquitectura

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Cuba, habana, tecnología

Publicado por Derubín Jácome

En la publicación anterior sobre los helados, hice mención de la importancia de disponer de nieve para enfriar y para fabricar refrescos en Cuba, los que hizo que en el siglo XIX se transportara a Cuba en barcos.

Pero ya para finales de ese siglo, la sociedad anónima “Nueva fábrica de hielo”, constituida el 21 de Julio de 1888, iniciaba la elaboración de hielo y su posterior distribución para satisfacer el alto consumo de este producto en la ciudad. La primera fábrica estuvo en los edificios situados en la calle Universidad nº 34, La Habana.

Recordemos que del hielo dependía la refrigeración en los hogares, colocándose en la nevera. El hielo industrial se comercializaba tanto al por mayor como a particulares. Para los particulares surgió la necesidad de crear un mueble común que albergara tanto la barra de hielo como los alimentos frescos, en un entorno doméstico.

Estas primeras neveras sólo estaban al alcance de las clases más privilegiadas y no solían ubicarse en las cocinas, ya que el calor que generaban los fogones hacía que el hielo se derritiera antes. Si la cocina era amplia, se podían poner, aunque alejadas de los fogones.

En los primeros modelos los alimentos se colocaban sobre el hielo, pero éstos se afectaban, con lo que comenzaron a construirse neveras con un compartimiento separado que albergara el hielo. Consistía en un mueble mixto con una estructura básica conformada por un caparazón de madera y un recubrimiento de zinc, estaño o uralita, que ayudaba a mantener la temperatura baja en el interior.

Como aislante se empleaba el corcho, que impedía que se dañara la madera. Estaba dividida en dos compartimentos, el que albergaba los alimentos y otro con un recipiente de zinc o hierro esmaltado, en el que se metería la “piedra” de hielo. Este recipiente finalizaba en un tubo de cobre, a modo de serpentín, por el cual desaguaba el agua de la licuación, saliendo por la parte baja de la nevera.

Posteriormente aparecería el modelo que incorporaba un “botellón” de agua mineral, en su parte superior para mediante un grifo al frente poder obtener el agua fría para su consumo.

Para ampliar las capacidades de la fábrica y poder satisfacer el consumo de hielo, poco tiempo después compraron una fábrica perteneciente a Andrés Fernández, en Puentes Grandes. No obstante la crisis económica sufrida hasta 1890, la fábrica logra superarla gracias a los acertados manejos y préstamos realizados por el Presidente de la Junta Central de Accionistas, señor D. Ramón de Herrera y Gutiérrez, quien confiado en el éxito del negocio, con su propio capital cubrió todo los gastos adeudados y la compra e instalación de toda la maquinaria necesaria para la fabricación de hielo.

Fallecido Herrera es electo presidente D. Cosme Blanco Herrera, que con el mismo ímpetu da el impulso definitivo al crecimiento de la compañía. Durante su presidencia es adquirida la estancia denominada “Los Cocos”, la finca rústica “Molino del Rey” y se construye el primer puente y la carretera que cruzaba el rio Almendares, dando salida a la calzada de Puentes Grandes. Se instalan nuevas calderas, nuevos equipos para refrigeración y un nuevo edificio con capacidad para embotellar 30,000 botellas diarias. Cifra que es superada en corto tiempo.

En 1910 compran la fábrica de cerveza “Habana Brewery”, donde posteriormente fabricarían la cerveza “Tivoli”, y dos años después ponen la primera piedra de lo que será la fábrica de envases de vidrio donde producir la cantidad de botellas necesarias para satisfacer el alto consumo del producto.

FÁBRICA DE HIELO - LA NEVERAEn la foto inferior se puede observar la gran cantidad de carretones dedicados a la distribución del hielo en la ciudad, por lo que podemos imaginar la amplia demanda que tendrían. Aún no habían llegado los refrigeradores.

En una publicación de la red encuentro que la Calzada de Jesús del Monte, hoy más conocida como Calzada de Diez de Octubre, nace en la Esquina de Tejas como una prolongación de la Calzada de Infanta. Tras una descripción de todo su largo recorrido, nos comenta entre otros lugares, del Café Colón y la Cremería Santa Beatriz, para finalizar en el Crucero de La Palma, “con su famosa fábrica de hielo”…. Un lector ha tenido la gentileza de brindarme algunos datos sobre esta fábrica de hielo, nombrada “La Palma”.

Su fundador fue Jesús Regueira, quien comenzó vendiendo hielo que compraba en una de las fábricas de las cerveceras, posiblemente “La Tropical”. Dado el calor intenso de nuestro clima tal era la demanda de este producto, sobre todo para la preservación de los alimentos, que su negocio prosperó rápidamente. Comenzó con un camión para su distribución, llegando a tener seis, más otro su hermano. Me comenta el lector que comenzaba su jornada laboral a las 3 de la mañana y finalizaba a las 7 de la noche, durante todos los días del año.

Fue tal la prosperidad del negocio que decidió fundar su propia fábrica de hielo, por lo que decide ir a los Estados Unidos a comprar la maquinaria necesaria para tal efecto, contando para ello con la asesoría y compañía de su abogado, que era el padre del lector, razón por la que ha podido facilitarme estos datos.

Pensando en su posible crecimiento comercial, construye la fábrica con una capacidad superior a la maquinaria comprada. Poco tiempo después ya comprará la maquinaria que complementará la capacidad de producción de hielo a la que aspiraba. Con el segundo edificio de la fábrica seguirá el mismo plan. A mayor venta, mayores ganancias y con ello presupuesto para seguir creciendo. Y así planificó la construcción de frigoríficos, incluso para carnes y pescado.

Después de 1959 las fábricas son intervenidas y el empresario y su familia salen al exilio. Un ejemplo de negocio de un empresario que logró sus aspiraciones con su esfuerzo y trabajo diario, creando esta fábrica que también fue fuente de ingresos para muchos trabajadores. Por esta razón, el lector me pide les pida que “cuando pasen por LA PALMA recuerden como y quien la fundó”. Otro lector me comenta que ya la fábrica no existe, que en su lugar solo existe un parque…

CUBA EN LA MEMORIA 06/02/2016

LOS HELADOS

05 sábado Mar 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Gastronomía

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Cuba, tradiciones

Publicado por Derubín Jácome

Una foto de 1898 me ha sugerido el tema de esta publicación. Determinar el origen del helado es complicado, ya que el producto ha sufrido sucesivas modificaciones en la medida de los avances tecnológicos, del consumo y de las exigencias de los consumidores.

Se pudiera fijar como antecedente el consumo de bebidas heladas o enfriadas con nieve o hielo en las cortes babilonias. Antes de la era cristiana, hacia el 400 A.C., ya en Persia, existía un plato enfriado, una especie de flan, hecho de agua de rosas y cabello de ángel, el cual era servido a la realeza durante el verano.

Los estudiosos del tema consideran que fue en 1191 D.C. que se inventó el helado que conocemos como «sorbete». Ocurrió durante la Tercera Cruzada, al mando de Ricardo Corazón de León. Después de una batalla cerca de Jerusalén, el guerrero se encontraba agotado por el calor terrible del desierto y le fue ofrecido un plato de «agua de rosas enfriada con nieve», traída de las montañas de lo que hoy conocemos como el Líbano.

Los chinos sin embargo consideran que el origen del helado está en China, donde el rey Tang, en el 618-97 AC, ya tenía un método para crear mezclas de hielo con leche. Desde China pasaría a la India, Persia y posteriormente a Grecia y Roma.

Es Italia, en la Baja Edad Media, es donde encontramos referencias documentadas de su presencia en Europa. Marco Polo, en el siglo XIII, al regresar de sus viajes al Oriente trajo varias recetas de postres helados usados en Asia durante cientos de años y esto nos confirma su origen chino. Poco después el consumo de helados comenzó a tener popularidad en las cortes italianas.

La importancia de tener nieve para enfriar y para fabricar refrescos, hizo que en el siglo XIX se llevara a Cuba en barcos, ya que no era posible obtenerlo de las sierras del continente.

Hasta mediados del siglo XIX, el hielo nos llegaba desde Inglaterra o los Estados Unidos en barras envueltas en aserrín. El “Café de París”, el “Café de las Armas” y el “Café de los Catalanes” fueron los primeros establecimientos en servir refrescos “helados”. Más tarde aparecieron las heladerías.

En esa época, para hacer los helados época se utilizaban dos recipientes de madera o de estaño, uno metido dentro del otro. En el más pequeño se preparaba la mezcla adecuada según el helado, y el espacio que quedaba entre el recipiente menor y el mayor, lo rellenaban con hielo y sal. Después de mezclar los ingredientes, se dejaba enfriar la mezcla y el helado quedaba listo.

Albert J. Norton en su libro “Norton’s complete hand-boork of Havana Cuba”, nos relata sus experiencias como huésped del “Hotel Pasaje”, en 1898. Destaca la calidad de las comidas, las excelencias en el servicio y le resulta muy grata la posibilidad de hablar en su idioma con los empleados. Nos describe su placer al degustar los deliciosos “…helados de frutas “exóticas” como la guanábana, el zapote, mamey, caimito o mango…”

No es de extrañar que esto sucediera, pues ya encontramos en 1857 en el “Nuevo manual del cocinero cubano y español”, cuyo autor es Legrand J.P., varias recetas para la confección de helados. Entre otras la del helado de naranja: “…Tómese veinte naranjas, rayadas de cuatro dichas y ocho onzas de azúcar…”

También encontramos referencias al helado como algo habitual y común en esa época, al menos en la capital.

La Charanga, Tomo 1, Núm. 4-7, Septiembre de 1857

“…Quisiera comer, pero ¿qué ha de beber que no se le convierta en veneno? El café le gusta mucho, pero se acuerda de las observaciones que le han hecho contra esta bebida …. Las papas no le disgustan, pero ¡si son tan indigestas! ¡Fuera papas!! Los helados le hacen chuparse los dedos y se decide a tomarse un sorbete…”

Según varios referentes, se considera que en Cuba la industria heladera comenzó en los años treinta del pasado siglo, momento en que la compañía “La Lechera” empezó a fabricar los helados “Hatuey”, pero no podemos olvidar que “La Compañía Frigorífica Cubana” desde 1910 se dedicaba a la producción de hielo, helados y sorbetes. Esta empresa mercantil de La Habana, con el propósito de que sus helados llegaran a todas las clases sociales, los comercializaba con un precio reducido de venta y también los servía a cualquier hora, del día o de la noche, a su pedido por teléfono. Ya en ese año producía ciento veinte galones de helados por hora.

LOS HELADOS
En 1949, surge en Pinar del Río la compañía “San Bernardo Lácteos S.A.”, que a partir de 1952 comenzó a producir los helados de igual nombre. En abril de 1960, las instalaciones de la planta se trasladaron a la Avenida Rancho Boyeros Km 7 1/2, y tras su nacionalización, y remodelación, en 1965 se inaugura oficialmente la Fábrica de Helados “Coppelia”. Surgen inicialmente los 54 sabores del helado Especial de Crema Coppelia, un helado con un 18 % de grasa y de un gran valor alimenticio.

Además de la San Bernardo, hubo varias prestigiosas marcas de helados en La Habana: Hatuey, Guarina, y El Gallito. Eran vendidos en heladerías y cafés o en vehículos ubicados en lugares concurridos. Por todas partes de la ciudad los carritos de los heladeros invitaban con el sonido de sus campanillas al disfrute de su frío cargamento, ofreciendo su tan popular y barata mercancía. Todas se disputaban el mercado y para ello se esmeraban en lograr la mejor calidad en sus productos.

Estos helados elaborados con leche en las fábricas, competían con los frutales y artesanales producidos sin leche por los chinos. Muchos consideran que no existía un helado tan rico como los realizados por los chinos, existiendo incluso comercios para su venta, entre las que puedo citarles “Los helados de París”, en la ciudad de Ciego de Ávila, cuyo propietario era Rogelio Wong Chi.

Los helados más comunes de la fábrica “Guarina” eran de mantecado, chocolate, fresa, caramelo, rizado de chocolate o fresa y, a veces, mantecado abizcochado, es decir, mantecado con galletas de Maria molidas. Los bocaditos y paleticas costaban 15 centavos cada uno y se vendían en paquetes de 20 por $3 pesos. Las pintas costaban 50 centavos, los galones $4 pesos y los vasitos 10 centavos. No siempre tenían el coco glacé que creo recordar que tenían un precio de 50 o 70 centavos cada uno.

Tomar helado forma parte también de nuestras tradiciones y un buen ejemplo de ello es su consumo por los cubanos de La Florida. En 1984 en la “Latin American Cafeteria”, se comenzó a usar el helado de mamey para hacer los batidos. Un cardenense de nacimiento, Charlie Wright, quien entonces era solo un vendedor tuvo la visión de que el mercado había cambiado.

La afluencia de cubanos, tratando de rescatar los sabores que añoramos de nuestra isla, dio un giro a las ofertas y la compañía “Valentini”, de la que Wright es presidente, trajo a la Florida los sabores del trópico caribeño y especialmente de las frutas típicas de Cuba como el mamey, el mango y la guayaba. En 2009 la compañía introdujo más sabores tropicales y ya producía 80 sabores de helados. Solo de mamey, en un año se vendieron 3 800,000 helados. No hay duda que nos gusta el helado…

Y para terminar, un dato curioso: el helado más grande jamás hecho fue uno de 3,65 metros de altura, fabricado con 36.332 litros de helado y 3.200 kilos de cobertura. Se confeccionó en Anaheim, California, en 1985.

CUBA EN LA MEMORIA 05/03/2016

LA GATICA DE MARIA RAMOS

26 viernes Feb 2016

Posted by dianafernandezgonzalez in Costumbres, Curiosidades, Personajes

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Cuba, dichos cubanos, tradiciones

Publicado por Derubín Jácome

Generalmente utilizamos el dicho de “gatica de Maria Ramos, que tira la piedra y esconde la mano” cuando queremos referirnos a una persona hipócrita, que oculta sus verdaderas intenciones bajo otra apariencia, es decir, una persona que aparenta ser inocente y no lo es.

Es cierto que el cubano es reconocido por su chispa, su inteligencia y su sentido del humor, y que ha aportado al idioma castellano una fraseología muy ocurrente y muy cubana, pero en ocasiones ésta tiene referentes anteriores y su origen no es cubano.

Cuando decidí investigar sobre esta frase, encontré que la mayoría de las publicaciones la daban por cubana, e incluso se relataba una historia que la ubicaba en un marginal barrio habanero.

Según estas versiones, el personaje de María Ramos era una hermosa mujer que ejercía la prostitución en el popular y marginal barrio habanero de Jesús María, donde vivía con un proxeneta, que respondía al nombre de Virgilio, el cual la explotaba obligándola a ejercer el oficio más antiguo del mundo.

LA GATICA DE MARIA RAMOSSegún esta versión, encontraron muerto al “amigo” de María en su propia casa. Había sido asesinado con una piedra de amolar de la cocina de la propia María. Ella se defendió declarando que no estaba en casa, que cuando llegó encontró al difunto en el suelo y que la única que estaba en la casa era Mimí, su gatita. El juez no la creyó y la envió a la cárcel. La versión no aclara lo qué sucedió después con su gata, pero todos sabemos que “la gatita de María Ramos” goza de vida inmortal en el refranero popular por haber sido capaz “de tirar la tal piedra y luego seguir ronroneando como si nada hubiese ocurrido.

Este relato, que se repite muy similar en diferentes blogs, no esclarece la fecha en que sucede el horrible crimen, pero se afirma que apareció una reseña de este juicio en una crónica amarilla del “Diario de la Marina”, por lo que podemos deducir que ocurrió después de 1832, fecha de la fundación de este periódico.

Incluso se afirma que encabezaba la reseña una caricatura de la gatica Mimí, en pose amenazadora, alzando en sus patas delanteras una enorme piedra de río y como pié de foto: “La gatica de María Ramos dio la fatal pedrada… pero ¿con qué manos? “, y que esto daría pié a una coplilla popular que decía: “…La gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano, que mató a Virgilio y que mató a su hermano. ¡Que gata asesina! ¡Qué sino malsano!…” De esta forma María y su gatica Mimí pasaron a la inmortalidad y hoy forman parte de nuestro lenguaje popular.

No conforme con esta ingeniosa versión, me dediqué a “buscar” un poco más en las fuentes que tengo a mi alcance y este es el resultado de lo que encontré:

Ya en el tomo segundo del “Diccionarios Castellano con las voces de Ciencias y Artes y sus correspondiente de las tres lenguas francesa, latina e italiana”, del autor Esteban de Terrenos y Pando, editado en 1787 por la Imprenta de Ibarra, hijos y compañía aparece:
“…Hacer la gata, hacer la gata ensogada, o la “gata de Mari-Ramos” o de Juan Ramos: disimular, fingir, afectar la humildad y modestia, que no hay…”

También Ricardo Palma, escritor peruano de reconocido prestigio que dedicara buena parte de su labor literaria a la investigación y recopilación de leyendas, nos habla de “la gatita de Mari-Ramos” entre uno de sus relatos publicados a partir de 1860 en diarios, y más tarde en libros, que forman las varias series de crónicas de sus «Tradiciones Peruanas”. En una de sus historias también relacionadas con un crimen, que su autor sitúa alrededor de 1778, menciona la frase “gatita de Mari-Ramos… que hacía ascos a los ratones y engullía los gusanos…” como algo ya popular y común en boca del vulgo a finales del siglo XVIII.

En su “Crónica de la época del trigésimo cuarto virrey del Perú” nos relata que…”Al principiar la Alameda de Acho y en la acera que forma espalda a la capilla de San Lorenzo…existe una casa de ruinoso aspecto, la cual fue, por los años de 1788, teatro no de uno de esos cuentos de entredijes y babador …”

En ella nos cuenta las desazones entre sobrina y tía, ya que la vieja trataba de malas formas a su sobrina, la que rompía a llorar como una bendita de Dios, lo que la enfurecía aun más y le gritaba: “…¡Hipócrita! A mí no me engatuses… ¿A qué vienen esos lloriqueos? …Quien no te conozca que te compre, saquito de cucarachas. Cualquiera diría que no rompe plato, y es capaz de sacarle los ojos al verdugo Grano de Oro. … ¡Miren, miren a la gatita de Mari-Ramos, que hacía ascos a los ratones y engullía los gusanos! …”

Como estas discusiones eran muy frecuentes, las muchachas de la vecindad dieron en bautizarla con el apodo de Gatita de Mari-Ramos, lo que pronto le dirían a su paso los mozalbetes y demás niños que la encontraban al paso, al salir de misa :
“…¡Qué modosita y qué linda que va la Gatita de Mari-Ramos!…”

Otro texto que referencia la frase es el “Diccionario de la Lengua Castellana” de Vicente Salva, editado por la Academia Española en 1841, donde se define de este modo:
“…La gata de Mari Ramos, expresión con que se nota a alguno de que disimuladamente y con milindre pretende alguna cosa, dando a entender que no la quiere…”

De cómo llegó esta frase a Cuba, o como se hizo popular, no dispongo de datos que aporten alguna nueva información, sin embargo encuentro en el semanario satírico “Juan Palomo” Núm. 18-21 de Mayo de 1873 que se editaba en O’Reilly, 54, entre Habana y Compostela, una nota sobre la existencia de una puesta en escena de una zarzuela con este nombre, que se representaba en el Teatro Albisu, de La Habana.

“…ALBISU.—La gata de Mari-Ramos…
Una gata que se convierte en mujer, contra lo natural, pues generalmente son las mujeres las que se vuelven gatas; una burra (con perdón de ustedes) que no se convierte en nada, pero cuyo dueño cree que se ha transformado en una campesina, fuerte, robusta y tan guapa como la Castro; algunas tiradas de versos agradables; varias escenas lánguidas; un narcótico, bastante eficaz, desleído en la acción, y una regular cantidad de música ligera y bonita, forman en conjunto esa zarzuela que se titula “La gata de Mari-Ramos”…”

La gata de Mari Ramos era una zarzuela en dos actos, de tema fantástico, con letra de D. Mariano Pina y música del maestro C. Oudrid , fechada en 1870.

Se comenta en esta nota teatral, que también existe una comedia de magia con el mismo título y las mismas metamorfosis, pero no he logrado encontrarla. Al parecer lo mejor de esta puesta fue la música, cantada por la De-Baillou. Enrichetta De Baillou-Marinoni, era una prima donna nacida en Cádiz, soprano del género ligero y de voz delgada, pero muy flexible y aplaudida por el público por su habilidad de ejecución en el género de fioriture.

Muy de la moralidad de esa época encontramos el comentario de que las coristas salen con vestido corto y con las botitas de raso, “…que son de reglamento, altas, bastante altas, para que solo se vea la parte gorda de la pierna…”

Músicas y moralidades aparte, la aparición en 1787 de la “gatita de Maria Ramos”, en el tomo segundo del “Diccionario Castellano con las voces de Ciencias …”, del autor Esteban de Terrenos y Pando, nos confirma que, aunque existiese el personaje de Maria Ramos en el barrio de Jesús María, la frase ya existía, al menos desde finales del siglo XVIII, y que solo sería aplicada a nuestra Maria Ramos, por su trágico conflicto.

CUBA EN LA MEMORIA 26 /02/2016

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