• About

CUBA en la memoria

~ por Derubín Jácome

CUBA en la memoria

Archivos de etiqueta: teatro

LA ÓPERA EN CUBA

22 Miércoles Ago 2012

Posted by Derubin Jacome in CUBA EN LA MEMORIA, Cuba pionera en..., Cultura cubana

≈ Deja un comentario

Etiquetas

teatro

Imagen

El primer Teatro de Ópera de América, el teléfono y la gaceñiga…

Fue en La Habana, en 1776, donde surgió el primer teatro expresamente construido para la ópera en América: el “Coliseo” o “Principal” de La Habana. Aunque ya en 1750 se había puesto en un teatro de Nueva York “La ópera del mendigo”, de John Gay, la primera función de ópera, propiamente dicha, en realida
d fue “Didone abandonata”, con libreto de Metastasio y música de autor desconocido –48 compositores han trabajado el mismo libreto–, que subió a escena en 1776, el 12 de octubre, conmemorando el descubrimiento de la isla y la inauguración del teatro.

Lo cierto es que se trata del primer gran teatro de ópera en el continente americano. El siguiente sería el de Baltimore, en 1793.

Aunque desde fines del siglo XVIII ya hay cierta actividad operística, desde principios del XIX, La Habana se convierte en un verdadero centro musical, no sólo para las Américas, sino para el mundo entero. Esa efervescencia musical y cultural, que se extendió a otras ciudades como Cienfuegos, Matanzas, Camagüey, Santiago, etc. atrajo a la isla cantantes operísticos famosos y hasta a compañías completas provenientes de España e Italia.

La primera ópera cubana, con texto de Manuel de Zequeira y autor desconocido, es “América y Apolo”, estrenada en 1807. En 1811 se crea una compañía estable básicamente con cantantes españoles. Varios compositores cubanos componen óperas y zarzuelas; pero también extranjeros radicados en Cuba, como el italiano Stefano Cristiani, que estrena varias a partir de 1817, y el español José Serrano, a partir del 1823.

Dato importante, es la llegada desde Italia a La Habana de los que habrían de convertirse en dos grandes compositores y directores de orquesta: Luigi Arditi y Giovanni Bottesini. Con el violín el primero y con el contrabajo el segundo, ambos encontraron trabajo en la Sinfónica del “Teatro Tacón” que era en ese momento el más grande de América y tercero en el mundo, y donde también fungirían como directores de la orquesta.

Desde mediados del XIX, y gracias a la labor de estos dos compositores y los cantantes, técnicos y creadores que llegaron en el mismo barco con ellos -el “Annibale”, el auge operístico en la isla era tal, que se traían decorados, telones y mecanismos de tramoya desde Milán, y también a escenógrafos como Carlo Fontana. Uno de los ingenieros encargados de la escenografía, el genial Antonio Meucci, lograba milagrosamente cascadas en escena… e inventó para el Tacón el primer teléfono del mundo, en 1850, el cual comunicaba distintas áreas del edificio y la casa del dueño del Tacón, el catalán Don Francisco Marty. El Tacón fue durante décadas el teatro más moderno y lujoso del mundo.

Arditi y Bottesini compusieron y estrenaron cada uno una ópera para el Tacón. La del primero se conserva: “Gulnara” o “El Corsario” (1848), con libreto de Rafael María de Mendive (el maestro de José Martí), la del segundo, lamentablemente, se ha perdido: “Colón en Cuba” (Cristophoro Colombo, 1848) con libreto de Ramón de Palma. La amistad de estos directores de orquesta con Verdi y otros compositores de la época permitía que en La Habana se estrenaran las óperas pocos meses después de su estreno mundial en Italia. Varias de las principales óperas del repertorio del bel canto italiano —L’italiana in Algeri y Semiramide, de Rossini; Lucia di Lammermoor y Roberto Devereux, de Donizetti; Norma e I Puritani, de Bellini— tuvieron su estreno americano en La Habana.
Bottesini, quien dirigiría el estreno mundial de “Aida” en El Cairo, en 1876, vivió en la isla hasta 1855, tocando, dirigiendo la Compañía de Opera Italiana y componiendo, y sin duda, en estrecha relación con compositores cubanos como Manuel Saumell (1817-1870.

El siglo XX comienza con el estreno de la ópera cómica “Los saltimbanquis”, del famoso compositor de danzas Ignacio Cervantes en 1901. También Eduardo Sánchez de Fuentes fue un prolífico autor operístico. Pero sin duda José Mauri, nacido en España, es el mayor creador cubano en el género, con temas nacionalistas y estructuras más modernas, y de quien “La esclava” (1918) fue mantenida largamente en el repertorio cubano. Hay que destacar las óperas cubanas de Hubert de Blanck : ”Patria”, “Actea e Icaona”, y la de los genios Amadeo Roldán, y Alejandro García Caturla “Manita en el suelo”, sin estrenar, como tantas. Ernesto Lecuona, el músico más conocido fuera de la isla, creador de numerosas zarzuelas, dejó inconclusa la ópera “El sombrero de yarey”.

La Sociedad Pro Arte Musical presentó muchísimas óperas bajo la dirección de Paul Csonka y otros a finales de los 40 y durante los 50. Ahí se destacaron cantantes cubanos de la talla de Marta Pérez, Iris Burguet, José Le Matt, Humberto Diez, Ana Menéndez, y muchos más, que habrían de hacer carreras internacionales. Csonka dirigió también ópera para la TV.

Otros cantantes cubanos a destacar son Chalía Herrera, Zoraida Morales y Zoila Gálvez, una de las primeras cantantes negras que alcanzó el estrellato operístico en Europa y América. La cantante lírica y popular Rita Montaner (1900-1958), estrenó la ópera “La médium”, de Menotti, en 1955.

Como ya habíamos comentado, hasta 1958, La Habana fue una plaza muy respetada y visitada por las luminarias de la ópera. Desde Caruso hasta Renata Tebaldi, desde Tito Schipa hasta Victoria de los Angeles muchos grandes nombres cosecharon laureles en la capital cubana.

La ópera repercutía en la cultura popular, uno de los más gustados danzones de Antonio María Romeu (1876-1955) está inspirado en “La flauta mágica”, de Mozart, y también hizo uno sobre “El barbero de Sevilla”, de Rossini.

Y como curiosidad, se cuenta que María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlín, admiradora de los Teatros de la Habana y fanática de la ópera, en una carta a George Sand le comentaba que lo único que empañaba las funciones de ópera en La Habana, que eran excelentes,… era el reflejo de las joyas de las ostentosas criollas…

Y de lo sublime a ….
La Gaceñiga, ¿quién no la conoce?, tomó su nombre de la soprano italiana Marietta Gazzaniga que actuó en La Habana con gran éxito y popularidad. Fue creada en su honor y vendida en las confiterías habaneras desde 1860.

SEIS TEATROS DE LA HABANA – S. XIX.

28 Sábado Jul 2012

Posted by Derubin Jacome in CUBA EN LA MEMORIA, Curiosidades, Urbanismo y Arquitectura

≈ Deja un comentario

Etiquetas

teatro

Imagen

PRIMER LIBRO DE CRÓNICA TEATRAL.

A la moda, lustroso, elegante, pulcro y sin melenas, con un sombrero de copa y una sonrisa en los labios. Así lo ridiculiza Francisco Moreno en “Cuba y su gente: apuntes para la historia”. Pero después del Regañón, es el primero que publica un libro de crónica teatral.
Rafael Pérez Cabello firma Zerep levantó el nive
l de la crítica con su trabajo en La Lucha y luego en El Fígaro. No pudo escoger peor momento para publicar “En escena: crónicas y retazos literarios”. Aparece en 1898, editado por la imprenta de El Fígaro, en medio de la guerra y en momento de producción e interpretación inadecuada.

Aparte de las dedicadas a las figuras o espectáculos a los que asiste –algunos extranjeros como el de María Tubau o Luigi Roncoroni– intercala notas históricas sobre los teatros habaneros (Tacón, Payret, Alhambra, Lara, salón López, el Albisu) y muchos fotograbados de figuras de la época – de Enrique José Varona a Ignacio Cervantes– pero la mayor parte de las veces se concentra en aspectos generales.

Con motivo de la representación del Tenorio el día de los Difuntos, se queja de la «anomalía» que una obra inmoral sea escogida para un día de luto. Cuando escribe sobre El estigma, de Echegaray, dice que fue en blanco, como se debe ir al teatro, sin haber leído antes el texto. .
Opina sobre el bufo:
“Bajo el nombre de género bufo cubano quieren fundar un teatro que á la vez que reflejo de nuestros usos y costumbres sea amable sátira de nuestras debilidades y nuestros vicios. Un teatro como se ve didáctico docente que sirva de enseñanza. La intención no es mala, no señor, pero los intencionados no pueden ser peores. Todas las obras que se han dirigido á la realización de tal empeño son verdaderos adefesios. Sin idioma, sin gracia ni intención no reflejan costumbres del país ni pueden figurar entre las bufas. Pertenecen á un género nuevo que pudiera llamarse género choteo. Y este sí no cabe en el arte.”

Pero independiente a estos criterios, nos dejó un libro lleno de información detallada de los Teatros de La Habana del siglo XIX. Sus fechas de inauguración, ubicación, número de butacas y un sinnúmero de datos interesantes y necesarios para comprender la actividad cultural de nuestra ciudad. Solo por eso ya podemos considerar de gran valor su obra. La imagen muestra copias de páginas del libro.

Firmaba Zerep, que no es más que Pérez al revés… No hay nada nuevo…

EL GRAN TEATRO DE LA HABANA

13 Viernes Jul 2012

Posted by Derubin Jacome in CUBA EN LA MEMORIA, Curiosidades, Urbanismo y Arquitectura

≈ 1 comentario

Etiquetas

teatro

DImagen

Esa maravilla que se puede observar en la manzana que delimitan las calles habaneras de San José, San Rafael, Prado y Consulado se debe al interés de la sociedad para naturales o descendientes de España más importante y representativa que existía en la isla a inicios del siglo pasado, la sociedad gallega. Gallegos eran el 38 por ciento de los españole
s que había en Cuba y su sociedad buscaba mudarse de su antiguo centro construyendo uno nuevo.

Pero antes estuvo en este lugar el Teatro Tacón.
Don Miguel Tacón había asumido la Capitanía General del territorio en 1834; y concibió la idea de construir un teatro para neutralizar ciertos males visibles en la villa y lograr con algunas obras públicas desviar la atención de los criollos de la política represiva que aplicaba; y de paso, obtener una apreciable fortuna y no pocos títulos de nobleza. El 15 de abril de 1838 se inaugura formalmente el Teatro con una Compañía Dramática Española, llamándole finalmente Tacón por su promotor… que por ironías del destino, el mismo día de la inauguración, le llegó a Tacón la Real Orden de su sustitución por Joaquín de Ezpeleta ¡!

Tras muchos éxitos y no menos vicisitudes, ya próximo al siglo XX, una firma norteamericana se hizo dueña del inmueble por 300,000 pesos. Con el advenimiento de “la república”, se decidió llamar al coliseo Gran Teatro Nacional, y a fines de 1904 se supo el interés del Centro Gallego de La Habana en su adquisición. Las gestiones demoraron varios años, con opiniones a favor de que fuera adquirido por el estado cubano. Tomás Estrada Palma, en su condición de Presidente de la República, primero dijo una cosa y después otra, pero el 6 de enero de 1906 el Centro Gallego adquirió el terreno con todos los inmuebles a un costo de 525,000 pesos.

La obra se le encomendó al arquitecto belga Paul Belau, el mismo que tiempo después se encargaría de también regalarle a La Habana el edificio del Palacio Presidencial ( hoy Museo de la Revolución..) La primera piedra de la construcción del nuevo Centro Gallego de La Habana se puso el 8 de diciembre de 1907, que por cierto, fue un bloque de granito traído para la ocasión directamente desde la localidad de Parga en Galicia, España… suponemos que todavía esté ahí.
Finalmente se inaugura el 22 de abril de 1915. Los estudiosos le señalan un predominante eclecticismo, en el que es posible distinguir un tanto sus componentes neobarrocos, del renacimiento francés, neoclásicos y hasta del lejano rococó español. Quizás sea más práctico valorar su estilo a partir de la imagen armoniosa y monumental que ofrece reuniendo lo mejor del acervo cultural y arquitectónico que ha existido a lo largo de la historia.

La sala escénica que se llamó a partir de ese momento Teatro Nacional, fue el epicentro de las excelentes temporadas de teatro y ópera que degustó la sociedad habanera durante los años 20 del pasado siglo. Por allí pasaron importantes figuras de la escena mundial, muchos de los mejores sopranos , barítonos y contraltos del orbe vinieron a la Habana a ofrecer su arte. Se presentaron ante el ya conocedor público habanero entre otros Guido Ciccolini, Lucrecia Bori, Beniamino Gigli y Enrico Caruso.
Es de conocimiento de todos, o casi todos, que la última actuación de gran Caruso en la capital cubana tuvo un final inesperado que dio origen a más de una divertida anécdota: un petardo en el baño del Teatro Nacional, que, aunque provocó más ruido que estropicios, creó tal pánico que, según la imaginería popular, el Divo de los Divos, aterrorizado, vestido del Radamés de la Aída, corrió por el Prado a todo lo que daban sus piernas, siendo conducido por un policía hasta una estación, donde la estrella debió sudar la gota gorda para ser reconocido.
Además pasaron por su escenario Andrés Segovia , Sara Bernhardt, Eleonora Duse, Serguei Rachmaninov, Arturo Rubinstein, la bailarina rusa Anna Pavlova ( a quien Lecuona le dedicó el Vals de la mariposa ) , y ya después Josephine Baker, Carmen Amaya, Antonio Gades, la no menos primerísima Alicia Alonso y toda una constelación de estrellas internacionales en sus respectivas ramas artísticas.
Además de los suntuosos contratos económicos – Caruso cobró 10 mil dólares por función, cifra descomunal para la época – los artistas visitantes venían también atraídos propiamente por las características del teatro. Se decía que su acústica solo era superada por la de La Scalla de Milán y por la del teatro de la Ópera de Viena.
Y sepa si no lo conocía, que fue en el Tacón que se creó y probó por primera vez el funcionamiento del teléfono. Esto ocurrió en 1849, noticia que fue opacada por la celebridad que cobró el norteamericano Graham Bell, al que muchos le tienen todavía como el verdadero inventor… pero esto es otra historia…

Entradas recientes

  • CUBA – LAS CASTAS
  • EL ZAPATEO – ILUSTRACIONES
  • EL ZAPATEO CUBANO
  • DIA DE LOS PADRES
  • PARQUE CENTRAL – ACERA DE NEPTUNO

Archivos

  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • diciembre 2014
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012
  • octubre 2012
  • septiembre 2012
  • agosto 2012
  • julio 2012
  • junio 2012
  • mayo 2012

Categorías

  • Costumbres
  • CUBA EN LA MEMORIA
  • Cuba pionera en…
  • Cultura cubana
  • Curiosidades
  • Deportes
  • Fechas históricas
  • Fotografía
  • Gastronomía
  • Hoteles
  • Municipios y ciudades
  • Personajes
  • Religión
  • Sociedad
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Vida nocturna

Meta

  • Registrarse
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.